La separación de Shakira y Gerard Piqué en el verano de 2022 fue un acontecimiento que impactó no solo a la pareja, sino también a sus hijos, Milan y Sasha. La cantante colombiana ha compartido recientemente cómo sus hijos han afrontado este difícil proceso. En una entrevista con el diario británico The Times, Shakira expresó:

“Mis hijos saben que solo hay una manera de vivir, que es aceptar el dolor, y cada uno de nosotros tiene diferentes formas de hacerlo.”

Milan, de 11 años, y Sasha, de 9, han encontrado en la música una vía para canalizar sus emociones. Ambos mostraron su talento en el video musical “Acróstico”, una canción que Shakira escribió sobre el amor familiar incondicional. En el video, se puede apreciar a los niños tocando el piano y cantando junto a su madre, demostrando la unión y fortaleza de la familia en medio de la adversidad.

Tras la ruptura, Shakira ha retomado con fuerza su carrera musical. En los últimos dos años, ha lanzado varios éxitos que abordan sus experiencias personales, incluyendo su separación. Este mes, la artista lanzará el álbum “Las Mujeres Ya No Lloran” y planea una gira mundial, marcando su regreso a los escenarios después de una pausa en su carrera. Shakira ha mencionado en diversas ocasiones que sus hijos son su mayor apoyo y motivación en esta nueva etapa.

La historia de amor entre Shakira y Piqué comenzó en 2010, cuando se conocieron durante la filmación del video musical “Waka Waka (This Time for Africa)”, canción oficial del Mundial de Fútbol de ese año. A pesar de la diferencia de edad de 10 años, la pareja confirmó su relación en marzo de 2011. En 2013, dieron la bienvenida a su primer hijo, Milan, y en 2015 nació su segundo hijo, Sasha. Aunque nunca contrajeron matrimonio, mantuvieron una relación estable hasta su separación en 2022. Medios españoles informaron que la ruptura se debió a supuestas infidelidades por parte de Piqué, lo que llevó al fin de su relación de más de una década.

A pesar de los desafíos, Shakira ha demostrado resiliencia y ha encontrado en la música y en sus hijos la fuerza para seguir adelante. Su historia es un testimonio de cómo, incluso en los momentos más difíciles, el amor y la unidad familiar pueden ser una fuente de sanación y fortaleza.